Archivo del Autor: Bixen
«Linda Francesita: El Sacrificio de una Madre por el Arte Inmortal»
El hospital en Toulouse En un frío diciembre de 1890, en la ciudad francesa de Toulouse, encontramos a una morocha llamada Bertita, postrada en un hospital. Su rostro refleja la tristeza y la incertidumbre mientras contempla a su recién nacido, fruto de un amor truncado. Con voz entrecortada, se lamenta ante el destino y pregunta al cielo por qué ha tenido que sufrir tanto. Acariciando las manitas de su pequeño Carlitos, implora a Dios que los proteja y los guíe.
La partida hacia Argentina Años después, Bertita, junto a su hijo Carlitos, se despide de su amada Francia. Dejando atrás su hogar y a los suyos, se aventura hacia la lejana Argentina, en busca de un nuevo comienzo. El Abasto y el O’Rondemán de los Traverso se convierten en su nuevo hogar. La valentía y el amor de Bertita la impulsan a tomar esta decisión, consciente de que está sacrificando su propia comodidad por el futuro prometedor de su hijo.
La partida hacia Argentina Años después, Bertita, junto a su hijo Carlitos, se despide de su amada Francia. Dejando atrás su hogar y a los suyos, se aventura hacia la lejana Argentina, en busca de un nuevo comienzo. El Abasto y el O’Rondemán de los Traverso se convierten en su nuevo hogar. La valentía y el amor de Bertita la impulsan a tomar esta decisión, consciente de que está sacrificando su propia comodidad por el futuro prometedor de su hijo.
El ascenso de Carlitos Gardel En Argentina, la tierra que acoge a madre e hijo, Carlitos Gardel forja su gloria universal. A través de su talento innato, su voz única y su pasión desbordante, el pibe Carlitos se convierte en Carlos Gardel, un ícono del tango y la música popular. Desde los escenarios del Abasto y el O’Rondemán, su arte conquista corazones y trasciende fronteras.
Homenaje a Bertita Una vez más, volvemos al diciembre nevado de 1890 en Toulouse. Recordamos a la valiente Bertita y su sacrificio inmenso por su hijo. La narración resalta su valentía y determinación, y cómo su decisión de traer a Carlitos a Argentina permitió que el mundo descubriera al gran Carlos Gardel. Bertita se convierte en la «linda francesita», la madre de Gardel, la morocha del Morochito. Con admiración y gratitud, su memoria perdura y es recordada por haber apostado todo por el éxito de su hijo.
«Linda Francesita» es una canción que rinde homenaje a la historia de Bertita, una madre que sacrificó su vida en Francia para darle a su hijo Carlitos la oportunidad de brillar en Argentina. Su amor incondicional y su valentía han quedado grabados en la historia del tango y en el corazón de quienes admiran a Carlos Gardel. A través de esta canción, celebramos la pasión, el coraje y el legado eterno de una madre que cambió el destino de la música para siempre.
p { line-height: 115%; margin-bottom: 0.25cm; background: transparent }
“Linda Francesita”
Música: Eduardo Pereyra; Itala Betty (1930) / Letra: Roberto Malestar (19 junio de 2015)
Corría ya el año mil ocho noventa
en la francesa ciudad de Toulouse,
con un diciembre de nieves espesas
que congelaban su ansia de luz.
Una morocha, llamada Bertita,
postrada estaba en un hospital:
mirando a su hijo recien nacido
de un trunco idilio sentimental.
“¿Por qué, Señor, tantas penas?
¡Yo, que tanto le quería!”
Sollozaba doña Berta
acariciándole sus manitas
a aquel muñequito lindo
que apenas un día tenía:
“¡Duérmete ya, mi Carlitos,
que Dios nos protegerá!”
Años pasaron hasta que un buen día,
Berta con su hijo, dejándola atrás,
la dulce Francia la perdió de vista
por el anhelo de un nuevo hogar.
Ya en Argentina, la Patria querida,
por el Abasto y el O’Rondemán
de los Traverso, el pibe Carlitos
forjó su gloria universal.
Linda, linda francesita,
que ante el mundo esperanzado
no dudaste un solo día
en traérnoslo a tu lado.
Madre de Carlos Gardel,
Morocha del Morochito,
con recuerdo te admiramos
por jugártela por él.
Corría ya el año mil ocho noventa
en la francesa ciudad de Toulouse,
con un diciembre de nieves espesas
que congelaban su ansia de luz.
Ya en Argentina, la Patria querida,
desde el Abasto y el O’Rondemán
de los Traverso, el pibe Carlitos
alzó su vuelo de gran zorzal.
LINDA FRANCESITA («Madre de Carlos Gardel»). Tango, 1930. Roberto Malestar con la Orquesta Típica Víctor (07-05-1930). Grabación vocal de 20 de junio de 2015
La guitarra en el tango
El tango es un género musical que surgió a fines del siglo XIX en los barrios marginales de Buenos Aires, Argentina, y Montevideo, Uruguay. En sus primeros años, se tocaba principalmente con instrumentos de cuerda, como la guitarra y el violín.
La guitarra fue uno de los instrumentos principales en los primeros tangos. A menudo, se tocaba en dúo con el violín, y juntos formaban la sección de cuerdas.
A medida que el tango evolucionó, el bandoneón se convirtió en el instrumento principal del género. Sin embargo, la guitarra siguió siendo un componente importante en muchas orquestas de tango.
La guitarra también se convirtió en un instrumento solista en el tango. Muchos guitarristas virtuosos surgieron en la época de oro del tango, como Carlos Gardel, quien era conocido por su habilidad con la guitarra y su voz.
La milonga es un género musical relacionado con el tango. A menudo, se toca en conjuntos más pequeños y la guitarra se utiliza con mayor frecuencia en estos conjuntos.
Hay varios estilos de guitarra que se emplean en el tango, incluyendo la guitarra criolla (también conocida como guitarra acústica) y la guitarra eléctrica.
Los guitarristas de tango usan técnicas específicas, como el rasgueo, el punteo y el uso de trémolo, para crear la música característica del tango.
Carlos Gardel es uno de los artistas más relevantes en la historia del tango. Además de su voz, también era un guitarrista talentoso y muchos de sus temas más famosos cuentan con la guitarra como un elemento destacado.
Aunque la música de tango ha evolucionado desde sus inicios, la guitarra sigue siendo un componente importante en el tango contemporáneo. Los guitarristas de tango modernos a menudo combinan técnicas tradicionales con elementos de otros géneros musicales.
El tango es también una danza, y la guitarra desempeña un papel fundamental en la creación de la atmósfera adecuada para la danza. Los guitarristas de tango deben trabajar en estrecha colaboración con los bailarines para generar una interpretación musical que funcione para la danza.
El canto es una parte integral del tango, y la guitarra a menudo acompaña a los cantantes de tango en vivo. Los guitarristas de tango deben ser capaces de adaptarse a los cantantes y ajustar su estilo de tocar para complementar la voz.
Aunque el tango a menudo se asocia con el canto, también hay muchas piezas instrumentales de tango. En estas piezas, la guitarra a menudo tiene un papel destacado y puede tomar el papel principal.
La guitarra también se utiliza como instrumento de acompañamiento en el tango. Junto con el bandoneón, el piano y el contrabajo, la guitarra proporciona el ritmo y la armonía para los otros instrumentos y el canto.
La guitarra flamenca, originaria de España, ha tenido una influencia significativa en el tango. Muchos guitarristas de tango han incorporado técnicas y elementos estilísticos del flamenco en su forma de tocar.
La guitarra se ha convertido en un símbolo icónico del tango. Su sonido melancólico y su capacidad para expresar las emociones intensas del género lo han convertido en un instrumento fundamental en la música del tango.
Mi noche triste
Sí, «Mi noche triste» fue un momento crucial en la historia de la música de tango y en la carrera de Carlos Gardel. La canción fue escrita por el compositor argentino Samuel Castriota y cuenta la historia de un hombre con el corazón roto tras ser abandonado por su amante. Fue interpretada por primera vez en 1916 por el cantante de tango Pascual Contursi, que se inspiró para escribir la letra tras una dolorosa ruptura.
La versión de Gardel de «Mi noche triste» se convirtió en un éxito instantáneo y le ayudó a establecerse como uno de los cantantes de tango más populares de su época. A continuación grabó muchos otros tangos clásicos, como «El día que me quieras», «Volver» y «Por una cabeza», que siguen siendo queridos hoy en día por los aficionados al tango.
La música y el estilo de Gardel contribuyeron decisivamente a popularizar el tango tanto en Argentina como en el resto del mundo. Se convirtió en una estrella internacional y llegó a rodar muchas películas y a actuar en ciudades de Europa y América. Su trágica muerte en un accidente aéreo en 1935 no hizo, sino, aumentar su leyenda, y sigue siendo venerado como uno de los mejores cantantes de tango de todos los tiempos.
Letra
Percanta que me amuraste en lo mejor de mi vida,
dejándome el alma herida y espina en el corazón,
sabiendo que te quería, que vos eras mi alegría y mi sueño abrasador,
para mí ya no hay consuelo y por eso me encurdelo pa’ olvidarme de tu amor.
Cuando voy a mi cotorro y lo veo desarreglado, todo triste, abandonado, me dan ganas de llorar;
me detengo largo rato campaneando tu retrato pa poderme consolar.
Ya no hay en el bulín aquellos lindos frasquitos arreglados con moñitos todos del mismo color.
El espejo está empañado y parece que ha llorado por la ausencia de tu amor.
De noche, cuando me acuesto no puedo cerrar la puerta,
porque dejándola abierta me hago ilusión que volvés.
Siempre llevo bizcochitos pa’ tomar con matecitos como si estuvieras vos, y si vieras la catrera cómo se pone cabrera cuando no nos ve a los dos.
La guitarra, en el ropero, todavía está colgada: nadie en ella canta nada ni hace sus cuerdas vibrar.
Y la lámpara del cuarto también tu ausencia ha sentido, porque su luz no ha querido mi noche triste alumbrar.
Versión teatralizada
Había una vez un hombre, quien solía cantar en un bar todas las noches. Su canción favorita era «Mi noche triste», y la cantaba con tanta emoción que todos los que lo escuchaban se conmovían.
Un día, mientras estaba cantando en el bar, entró una mujer. El hombre se enamoró de ella al instante. La mujer se acercó a él y comenzaron a hablar.
Hola, ¿cómo te llamas?
Me llamo Ana. Escuché tu canción y me encantó.
Gracias. Esa canción significa mucho para mí.
¿Por qué?
Porque me recuerda a alguien que amé mucho, pero que me dejó.
Lo siento mucho. ¿Quieres hablar al respecto?
No, mejor hablemos de otra cosa. ¿Quieres tomar algo?
Claro.
Después de esa noche, Pedro y Ana comenzaron a salir. Pedro estaba muy feliz y emocionado de haber encontrado a alguien que lo entendía. Pero un día, Ana desapareció sin dejar rastro.
Pedro estaba destrozado. Volvió al bar y comenzó a cantar «Mi noche triste» con aún más dolor que antes. Todos los que lo escuchaban podían sentir su sufrimiento.
Percanta que me amuraste en lo mejor de mi vida, dejándome el alma herida y espina en el corazón.
Un amigo de Pedro se acercó a él para consolarlo.
Pedro, lo siento mucho por lo que te pasó. Pero no puedes seguir sufriendo así.
Lo sé, pero no puedo evitarlo. Cada vez que voy a mi cotorro y veo todo desarreglado, me dan ganas de llorar. Y cuando me acuesto, no puedo cerrar la puerta porque me hago ilusión de que Ana volverá.
Tienes que dejarla ir, amigo. No te hace bien seguir aferrado a algo que ya no está.
Lo sé, pero es difícil.
Lo sé, pero estoy aquí para ayudarte a superarlo.
Gracias, amigo. No sé qué haría sin ti.
Con el tiempo, Pedro comenzó a superar su dolor y a seguir adelante. Todavía cantaba «Mi noche triste» en el bar, pero ya no con tanto dolor. Ahora, lo cantaba como un tributo a su amor perdido, pero también como una forma de recordarse a sí mismo que siempre había una luz al final del túnel.
Los orígenes del tango
El tango es uno de los géneros de música y baile más emblemáticos de Argentina, y su origen se remonta a finales del siglo XIX en Buenos Aires. La historia del tango está estrechamente relacionada con la historia de la ciudad de Buenos Aires y su evolución cultural, social y política.
En sus orígenes, el tango no era un género musical reconocido, sino una música y un baile de los barrios marginales de Buenos Aires, que se caracterizaba por ser improvisado y expresivo. Los barrios más populares donde nació el tango eran La Boca, San Telmo y Montserrat, que eran barrios de inmigrantes y trabajadores de bajos ingresos.
El tango surgió como una mezcla de diferentes estilos musicales de la época, como la milonga, el candombe y la habanera, que se fusionaron con los ritmos europeos que los inmigrantes traían consigo. El resultado fue una música y un baile que reflejaba la melancolía, la pasión y la nostalgia de los inmigrantes por su tierra natal.
En sus primeros años, el tango se consideraba una música y un baile obscenos y vulgares, que se asociaba con la delincuencia y la prostitución. Sin embargo, con el tiempo, el tango comenzó a ganar popularidad entre la clase alta de Buenos Aires, que lo adoptó como una expresión de la identidad nacional y lo convirtió en una forma de arte refinada.
En la década de 1910, el tango se hizo popular en Europa y Estados Unidos, donde se convirtió en un fenómeno de la cultura popular. Las orquestas de tango y los bailarines argentinos viajaron por todo el mundo, llevando el tango a nuevas audiencias y contribuyendo a su popularidad.
En la década de 1930, el tango comenzó a perder popularidad en Buenos Aires, pero se mantuvo vivo en el extranjero. En la década de 1980, el tango experimentó un resurgimiento en Argentina, gracias al trabajo de los músicos y bailarines que se dedicaron a preservar su historia y su esencia.
Hoy en día, el tango sigue siendo una parte importante de la cultura argentina y se ha convertido en un símbolo del país en todo el mundo. Su historia y evolución reflejan la complejidad y la diversidad de la sociedad argentina y su capacidad para crear una cultura única y rica en tradiciones.
La seducción del tango
¡Bienvenido al fascinante mundo del tango bailado! En este boletín, te invitamos a sumergirte en los encantadores ritmos y pasiones de este baile lleno de historia y emoción. A través del marco de Tangozale, exploraremos los distintos aspectos que hacen del tango una experiencia única y cautivadora.
Adentrémonos en los orígenes del tango, una danza que nació en las calles vibrantes de Buenos Aires, Argentina. Sus raíces se entrelazan con la melancolía de los inmigrantes, el mestizaje cultural y el alma de los barrios porteños. Descubre cómo el tango se convirtió en una expresión artística que trascendió las fronteras y conquistó el corazón del mundo.
El tango no es solo una danza, es un diálogo apasionado entre dos personas. Exploraremos cómo el abrazo cercano y la conexión íntima entre los bailarines crean una atmósfera mágica. El lenguaje silencioso de los cuerpos entrelazados nos muestra la comunicación no verbal en su máxima expresión, transmitiendo emociones profundas y complicidades sin palabras.
El tango es un viaje emocional. Desde la nostalgia hasta la pasión desenfrenada, el baile tanguero se convierte en una forma de liberar y expresar sentimientos intensos. Acompáñanos mientras exploramos cómo los movimientos elegantes y los giros gráciles son el lienzo sobre el cual se pintan las historias de amor, desamor y melancolía, produciendo una sinfonía visual que conmueve a quienes lo observan.
El tango bailado es sinónimo de elegancia y estilo. Adentrémonos en el mundo de la vestimenta y el estilo en el tango, desde los trajes elegantes hasta los tacones resonantes. Descubriremos cómo cada paso, cada gesto y cada mirada evocan una atmósfera de sofisticación y refinamiento, convirtiendo el tango en un arte sublime para ser admirado
El tango es mucho más que un baile. Es una comunidad apasionada de bailarines, músicos y amantes del tango que se reúnen en milongas, festivales y encuentros alrededor del mundo. Exploraremos cómo esta comunidad se une en una celebración del tango, compartiendo su pasión, conocimientos y experiencias, generando lazos que trascienden las barreras culturales y lingüísticas.
A través de este boletín, te invitamos a sumergirte en el encanto y la magia del tango. Descubre cómo esta danza cautiva corazones, conecta personas y transmite emociones a través de cada paso. ¡Acompáñanos en esta travesía única y déjate seducir por los irresistibles encantos del tango!»
«El Moro: La emblemática historia del tango que cautivó a Buenos Aires»
El tango, una expresión artística que floreció en los barrios de Buenos Aires a fines del siglo XIX, es reconocido por su capacidad de transmitir emociones y contar historias intensas y apasionadas. Entre las composiciones más emblemáticas de este género, se encuentra «El Moro», una canción compuesta por Carlos Gardel y José Razzano, con la letra de Juan María Gutiérrez, que vio la luz el 5 de febrero de 1917. Esta obra maestra del tango ha dejado una profunda huella en la cultura argentina y continúa cautivando a los amantes de la música hasta el día de hoy.
La creación de «El Moro» estuvo rodeada de una interesante anécdota. Se cuenta que durante una noche bohemia en un café tradicional de Buenos Aires, Carlos Gardel y José Razzano se encontraban ensayando nuevas melodías. En ese momento, Juan María Gutiérrez, un reconocido poeta y amigo de ambos, se acercó a la mesa y les entregó una hoja de papel con versos que había escrito esa misma tarde. Al leer las letras, Gardel y Razzano quedaron cautivados por la intensidad y la pasión que transmitían. Sin pensarlo dos veces, comenzaron a entonar una melodía que encajaba a la perfección con las palabras de Gutiérrez. Esa noche, nació «El Moro».
«El Moro» se convirtió rápidamente en un éxito rotundo en la escena del tango en Buenos Aires. La canción narra la historia de un inmigrante español, un “moro” en el argot de la época, que encuentra el amor en las calles de la ciudad porteña. La letra, escrita por Juan María Gutiérrez, evoca la nostalgia y la añoranza de la tierra natal y el anhelo de encontrar el amor verdadero en una tierra extranjera. La magistral interpretación de Gardel y Razzano llevó a «El Moro» a convertirse en un clásico instantáneo.
A lo largo de los años, esta canción ha sido interpretada por numerosos artistas y ha trascendido fronteras, llegando a conquistar el corazón de audiencias en todo el mundo. La historia detrás de su creación y la intensidad de sus letras y melodías son un testimonio de la profundidad y la riqueza del tango como género musical.
«El Moro» sigue siendo un símbolo perdurable del tango argentino, recordándonos la importancia de nuestras raíces, la búsqueda del amor y la expresión de nuestras emociones más profundas. A través de sus notas y sus palabras, esta canción continúa conmoviendo a las personas y dejando una marca imborrable en la historia de la música.
El Bandoneón
El bandoneón es un instrumento musical que ha sido un elemento fundamental en la música popular de Argentina y Uruguay. Fue inventado en Alemania en el siglo XIX y se utilizaba principalmente en la música religiosa. Sin embargo, su popularidad se extendió rápidamente a otros géneros, como el tango y la música folclórica.
El bandoneón es un instrumento difícil de tocar debido a su compleja mecánica de lengüetas y botones, y se requiere de mucha práctica y habilidad para dominarlo. No obstante, aquellos que lo han dominado han sido capaces de crear algunas de las más bellas y emotivas piezas musicales de todos los tiempos.
Uno de los grandes maestros del bandoneón fue Aníbal Troilo, también conocido como «Pichuco». Troilo nació en Buenos Aires en 1914 y comenzó a tocar el bandoneón a los 11 años. A lo largo de su carrera, lideró varias orquestas y colaboró con otros grandes músicos de la época. Sus interpretaciones de tangos clásicos como «Sur» y «La última curda» son inolvidables.
Otro gran maestro del bandoneón fue Astor Piazzolla, quien es considerado como uno de los más importantes compositores e intérpretes de tango de todos los tiempos. Nacido en Mar del Plata, Argentina, en 1921, Piazzolla comenzó a tocar el bandoneón a una edad temprana. A lo largo de su carrera, fusionó elementos de jazz y música clásica con el tango, lo que llevó a la creación del llamado «nuevo tango». Su obra maestra, «Adiós Nonino», es una de las piezas más hermosas y emocionales jamás creadas.
El bandoneón ha emigrado desde su lugar de nacimiento en Alemania a muchos otros lugares del mundo, especialmente a Argentina y Uruguay. Allí, se ha convertido en el instrumento principal de la música popular, en especial el tango. Los grandes maestros del bandoneón han llevado la música a nuevas alturas y han emocionado a generaciones de oyentes con su virtuosismo y su habilidad para transmitir emociones.
En resumen, el bandoneón es un instrumento musical que ha dejado una huella indeleble en la música popular de Argentina y Uruguay. Desde su punto de nacimiento en Alemania hasta su adopción como el instrumento principal del tango, el bandoneón ha sido la herramienta de algunos de los más grandes maestros de la música de todos los tiempos, como Aníbal Troilo y Astor Piazzolla. Su sonido emotivo y melancólico sigue siendo una de las expresiones artísticas más emocionales y conmovedoras de la música popular del siglo XX.
El comisionado
«El Comisionado» es una canción que fue escrita por el compositor argentino Osvaldo Fresedo en el año 1917. Esta canción es considerada como una de las obras más importantes del género del tango, y ha sido interpretada por numerosos artistas a lo largo de los años.
La letra de «El Comisionado» cuenta la historia de un hombre que es enviado a trabajar a un lugar lejano, y que se ve obligado a dejar atrás a su amada. La canción habla de la tristeza y la nostalgia que siente el protagonista al tener que separarse de la persona que ama, y de su deseo de volver a verla algún día.
La melodía de «El Comisionado» es típica del género del tango, con un ritmo pausado y melancólico que evoca los sentimientos de tristeza y nostalgia que se mencionan en la letra. La canción ha sido interpretada por muchos artistas a lo largo de los años, pero una de las versiones más relevantes es la que fue grabada por el legendario cantante de tango Carlos Gardel.
La versión de Gardel de «El Comisionado» se convirtió en un éxito instantáneo cuando se lanzó en 1926. La interpretación de Gardel de la canción es especialmente conmovedora, con su voz emotiva y su estilo único que captura a la perfección la sensibilidad del tango. La versión de Gardel se convirtió en un clásico instantáneo y desde entonces ha sido interpretada por numerosos artistas de tango.
Los códigos de una milonga
Los códigos de una milonga son las reglas y prácticas que rigen la pista de baile en una fiesta de tango. Estos códigos son fundamentales para garantizar una experiencia de baile placentera y segura para todos los asistentes.
Uno de los códigos más importantes es el de la «ronda». La mayoría de las milongas tienen una pista de baile en forma de ronda, donde las parejas se mueven en una dirección específica. Es relevante respetar esta dirección y no cruzar la pista de baile en sentido contrario.
Además, es fundamental respetar el espacio personal de los demás bailarines. Es recomendable mantener una distancia prudencial entre las parejas y evitar movimientos bruscos o peligrosos que puedan poner en riesgo la seguridad de los demás.
Otro código crucial es el de la «cortina musical». En una milonga, se suele intercalar música de cortina entre los bloques de tango para permitir a los bailarines descansar y socializar. Es importante no bailar durante la cortina y respetar este tiempo de descanso.
También es valioso prestar atención a la vestimenta y la higiene personal. Es recomendable vestir ropa cómoda y adecuada para bailar y mantener una buena higiene personal para evitar incomodidades para los demás bailarines.
En resumen, los códigos de una milonga son valiosos para garantizar una experiencia de baile placentera y segura para todos los asistentes. Respetar la dirección de la ronda, la pareja líder, el espacio personal de los demás bailarines, la cortina musical y la vestimenta y la higiene personal son algunas de las prácticas esenciales para disfrutar de una milonga de tango.
Cara sucia
Cara sucia Orquesta Típica Loduca RCA Victor Francisco Canaro
“Cara sucia) fue grabado por primera vez por la orquesta Típica Loduca el 15 de abril 1917, para el sello RCA Victor, el compositor de este tango es Francisco Canaro.
«Cara sucia» es un tango argentino compuesto por el famoso músico y compositor Francisco Canaro. Fue grabado por primera vez por la Orquesta Típica Loduca en 1917 para el sello RCA Victor. Desde entonces, se ha convertido en uno de los tangos más populares de todos los tiempos y ha sido interpretado por numerosas orquestas y artistas a lo largo de los años
«Cara sucia» es una canción de tango que habla sobre la tristeza y la soledad de un hombre que se siente abandonado por su amada. La letra describe la sensación de estar atrapado en un mundo oscuro y sin esperanza, donde el protagonista se siente perdido y sin rumbo. La música, con su característico ritmo y melodía, refleja la angustia y la desesperación del protagonista. La interpretación de la Orquesta Típica Loduca y la voz de su cantante, Enrique Delfino, logran transmitir de manera excepcional la emoción y el sentimiento de la canción. A lo largo de los años, “Cara sucia” ha sido reinterpretada por muchos artistas y orquestas, consolidándose como uno de los tangos más icónicos de la música argentina.
Fue grabada por Gardel en 1928 y se convirtió en una de las canciones más populares del tango argentino.